Niños del cerro. Obtenida de Facebook Niños del Cerro
La banda originaria de Santiago de Chile ha deleitado los oídos latinoamericanos desde su formación en 2012, pero no fue sino hasta 2015 que, con el estreno de su primer álbum, Nonato Coo, Niños del Cerro se perfilaba para ser una de las grandes bandas de la música independiente latinoamericana. El uso de guitarras distorsionadas, letras que reflejan nostalgia, además de un bajo estridente, le valió a Niños del Cerro un premio Pulsar en 2016 como Artista revelación, que propició el despegue de la banda.
Dos años más tarde, la agrupación chilena sacó Lance, una de las mayores revelaciones del 2018. Se trata de un álbum que retoma y mejora aspectos ya vistos en Nonato Coo: por una parte, los discursos tienen cierta afinidad a temas existenciales, amorosos y de reflexión al futuro; por otra, los riffs son memorables, los coros armónicos, mientras que el ritmo se basa principalmente en el fuerte sonido del bajo y, todo en conjunto, muestra cierta influencia de la música psicodélica y progresiva contemporánea.
El año pasado Simón Campuzano, cantante y guitarrista de la banda, mostró su talento con Brillo, un proyecto individual que rescata aspectos de Lance y los mezcla con líricas románticas, pero conservando el ya característico sonido de los Niños....
A pesar de que la prensa creía que aquello significó la separación, Niños del Cerro prepara un nuevo material discográfico, por lo que Vocifera recomienda dar un paseo por la discografía de la agrupación, un reflejo de la escena independiente de los países del sur de América.
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